viernes, 28 de noviembre de 2008

- Siempre quise veranear en Mar del Sur -

-



Corrían las horas y no entendia, cómo podía ser posible que haya estado en dos lugares al mismo tiempo! Un llamado resolvería el misterio pero era demasiado tarde, el reloj habia dado ya 12 campanadas y la noche se hacía más espesa...

Sintió en su interior que por medio de un práctico uso del aclamado método deductivo podría encontrar la solución, accionar descartado al cuarto de hora debido a su inutilidad...

La solución se encontraba ante sus ojos, era palpable, incluso la saboreaba con sus sentidos, más su razón la negaba y su corazón la aborrecía. Tomó la fotografía y la echó al fuego, consumiéndose así en un atractivo verde azulado.

Ira, desconsuelo, su mundo, su perfecto ámbito se derrumbaba y con él se caería su espíritu, dejando sólo el vago recuerdo de algo que alguna vez, quiza, haya existido. Tomó el vaso de escocés del cual habia bebido abusadamente y lo estrelló contra la réplica del Monet, merecido fin para tal baratija...

Su nublada vista y escaso control del equilibrio le impedian seguir de pie, por lo que decidió acostarse sin antes dar un ultimo trago a la agotada botella... el liquido se introdujo rapidamente en su organismo, su garganta no ofreció resistencia y cayó pesadamente en una realidad que se encontraba dando vueltas...

Una pequeña brisa lo despertó, una fría mañana de otoño se elevaba. Juró que no recordaba nada de la noche, actitud en vano pues acto seguido descubrió los restos en las chimenea, cenizas resurgidas en un dolor.

Tomó coraje y accedió a la iniciativa del llamado, aquel que de manera celosa se habia negado anteriormente. "Erróneo..." dijo su interior, pues la voz que sonó le era familiar, pero no la deseada, sus ojos se llenaron de lágrimas y sólo atinó a terminar la conversación que inconscientemente habia tenido...



-

No hay comentarios: